20071231

Nada Personal (Parte 1): “Silenzio Stampa”

El Personal Fest 2007 se presentaba como el último de los grandes festivales de música de la temporada. Producido por la empresa Pop Art al igual que los otros dos grandes “tanques” del año –el Quilmes Rock y el Pepsi Music–; tuvo mucha menos difusión que aquellos, aunque la prioridad en esta clase de megaeventos es la promoción de la marca auspiciante.

¿Falló en esta ocasión la maquinaria publicitaria, promocional y de prensa que acompaña este tipo de festivales? En absoluto. A causa los incidentes ocurridos durante la primera jornada, la trastienda del Personal Fest reveló la efectividad con la que puede manejarse a una prensa más comprometida con las fuentes y los auspiciantes que con los lectores y la audiencia.

La primera jornada (viernes 7 de diciembre), comenzó con mucho souvenir y el público jugando con pelucas de colores. Pero fue creciendo en tensión y terminó en avalanchas, corridas, un herido que recibió un puntazo y mucha gente que abandonó el predio antes de que subiera a escena el rapper Snoop Dogg.

Se suponía que, pasada la una de la madrugada del sábado, las 20 mil personas que llenaron el club Ciudad de Buenos Aires deberían haber desalojado el predio desde hace casi una hora. Sin embargo, todos están esperando a Snoop Dogg, que con su larga demora genera mucho fastidio en un público que hace rato dejó de bailar y pasarla bien.

Para pasar del amontonamiento y el tedio al desbande, sólo se necesita una chispa. El polvorín explota cuando un joven es herido de un puntazo en el abdomen (foto), y a partir de ese momento se suceden avalanchas y corridas que llegan hasta la avenida Cabildo, a diez cuadras del club.

Gente pisoteada, aplastada, y una histeria general que se apoderó del predio fueron los acontecimientos que todos vivieron aquella noche, pero que no se difundieron sino hasta el lunes siguiente por los principales medios acreditados presentes en el lugar.

La consigna, por parte de la organización, fue tratar de mantener el “silenzio stampa” para que la jornada del sábado no se viera amenazada por algún tipo de clausura preventiva o denuncia judicial. Demasiada inversión publicitaria estaba en juego como para que un “incidente aislado” (según calificó la revista Rolling Stone, a pesar de que dicho incidente expulsó del club a la mitad de la audiencia) amenazara con suspender el festival.

Y así sucedió. La distancia entre una tragedia y un incidente aislado se mide por la longitud de una herida o se determina por la puntería de un puntazo (por suerte) mal dado. Varios heridos y un apuñalado que debió ser operado en el hospital Rivadavia (Edisson Boudiwana), son un precio racional de acuerdo a la aritmética de los RR.PP., los encargados de prensa y comunicación.

El público pasa de ser consumidor de las marcas que organizan el festival, a material descartable. Mientras haya muchos otros dispuestos a bailar y divertirse, la inversión es redituable. El periodismo, en este caso, fue el garante para que el éxito comercial no se viera amenazado.


Mariano García

20071210

Leonardo Villafañe: “No hay un planteo serio aun sobre el trabajo periodístico en la web”

Como editor de El Cronista.Com (versión digital del centenario diario económico argentino), Leonardo Villafañe se ha especializado en el desarrollo, estudio y docencia del periodismo digital. Graduado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Córdoba, desde hace años participa en congresos y dicta cursos relacionados con la materia.

Sobre el desarrollo incipiente del periodismo digital, las particularidades de ejercerlo en un medio especializado en Economía, y la historia de El Cronista.Com de la última década, habló en la última charla en el marco de la Maestría en Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales.


Pioneros en la web, pero con dificultades

A pesar de no ser un periódico de gran tirada, El Cronista fue el primero en tener una versión disponible en Internet, desarrollada entre los años 1994 y 1995. Así explica Villafañe sus características: “Básicamente era la clonación de la información que estaba en papel. Estaba subida a un sitio que era muy precario en materia de diseño y navegabilidad, pero tenia un aspecto distintivo y que lamentablemente fue destruido por alguien cuando El Cronista (cuyo dueño era Eurnekian) empiezan a digitalizar los archivos de Internet.”

Cuando en 2001 el grupo español Recoletos (dueño entre otros de los sitios web del periódico deportivo Marca, de Actualidad Económica y Diario Médico) compra El Cronista, no se incluyó en la operación la transferencia del sitio web. Entonces, “ellos abandonan el sitio –explica Villafañe–, porque quedaron con un contrato medio leonino, y ahí quedo el sitio como un lugar para subir la pagina de papel de diario. Hasta que comienza a destrabarse de la situación contractual y el sitio se relanza en diciembre de 2003. Se armó un equipo de seis personas para relanzarlo con actualizaciones, rediseño, todo aquello que se había acumulado en este acervo cultural de archivo y comienza la migración de archivos de un servidor a otros. Pero quedó una parte del archivo en un servidor y otra parte en otro, estaba virtualmente destruido, porque los motores de búsqueda no servían. Ahí lo di prácticamente por perdido, lo que era una pena.”

Para el año 2003, el sitio se relanzó y comenzó una etapa de actualización que llevó a El Cronista.Com a su forma actual, agregando noticias de último momento al diseño. Sin embargo, los problemas no se habían resuelto en su totalidad. “La empresa nos contó que tenia intenciones de crecer, pero esto no se cumplió porque los empresarios de Recoletos, desde que llegaron se querían ir”, comenta el actual editor.

Al año siguiente, la empresa española quita periodistas del medio digital, para llevarlos al papel, y finalmente en 2006 deciden vender. “El sitio quedó abandonado por falta de recursos, pero lo mantuvimos piloteando hasta que tuvo nuevo dueño”. Con la compra por parte de De Narváez, durante 2007 hubo un nuevo relanzamiento, con la principal innovación de pasar a tener contenidos disponibles para quienes no son suscriptores.

Apertura y nuevo enfoque

Así explica Villafañe este nuevo enfoque del medio. “En la anterior etapa había que estar suscripto para leer El Cronista en Internet, ahora hay servicio mixto. Ya la concepción era distinta, el desarrollo del sitio no estaba concebido como un valor propio, sino un «anabólico» mas. Nosotros la pensamos como una sección mas del diario”.

En esta nueva etapa, las capacidades periodísticas se diferencian de las tradicionales competencias necesarias para el trabajo impreso. “A los chicos de ahora se les pide mantener bastante conocimiento multimedial. Se les exige saber cortar audios y videos, y eso habla de la flexibilidad laboral, porque al hacer todo, la nota, titular, cortar audios, no sé si se hará bien todo.”

Sobre la nueva forma de trabajo en equipo, Villafañe comenta que “En Internet es fundamental la relación con la parte técnica. Cuando empecé a trabajar acá, la relación con el diseñador era complicada. Es toda una discusión, porque además tenés un programador. El lenguaje va cambiando, el lenguaje de Internet ya se codificó, así como hay lenguaje televisivo y radial.”

Adaptarse a estos cambios tecnológicos implica que el periodista no se ocupe solamente de escribir su nota. El manejo multimedial pasa a ser un requisito que no todos poseen, y que algunos aceptan “por cuestión de futuro laboral, porque entiende que es un cambio necesario, o por vanidad por estar con su video en la web”, resume el editor. Un cambio que afecta más a las antiguas generaciones: “Tenemos 5 jóvenes en la redacción que manejan muy bien los programas, no tienen ningún problema en hacerlo, es parte de su trabajo. En cambio si a un periodista de más de 30 años le decís eso, es más complejo”, concluye.

Futuro incierto

La precariedad en la que se desarrolla en la actualidad el periodismo digital, llevan a Villafañe a ser precavido en cuanto a perspectivas a futuro. “Aún no hay suficiente inversión en los medios on line para hacer un trabajo mas serio, se tiene mucho pasante que hace lo que puede”. Su balance final no suena demasiado alentador: “No hay un planteo serio aun sobre el trabajo periodístico en la web.”

20071203

Juan Sasturain: Una vacuna contra la fobia a los libros

Los 37 años de labor periodística lo sorprenden a Juan Sasturain con una popularidad ganada a fuerza de lo que siempre fue su pasión: la literatura. El éxito de su ciclo “Ver para leer” por Telefé (donde recomienda libros al público masivo de la TV abierta) y la reciente reedición de sus novelas por Página/12, lo han puesto en el centro del escenario del periodismo cultural.

Pero Sasturain no es sólo una cara en la pantalla y en los afiches de la vía pública. Profesor de Letras, docente en la UBA y en la Universidad Nacional de Rosario, ha trabajado durante casi cuatro décadas en diarios como Clarín, La Opinión, La Razón, Página/12, Tiempo Argentino, Sur, La Voz; en diferentes revistas (Superhumor, Feriado Nacional, Fierro 1º y 2º época) y fue guionista de historietas como Perramus.