20080302

Complejidades de un viejo oficio (II parte)

Por Ursula Ures

En el post anterior me referí a dos íconos del periodismo, ninguno de ellos profesionales en nada, pero con todo para rebatir las críticas institucionales de la ortodoxia universitaria. Este año, Jorge Lanata -otro no-periodista académicamente avalado como tal- relanza el diario Crítica. ¿Viste el trailer del proyecto? Son notables las imágenes de la (artesanal) diagramación de la pauta publicitaria.

Ahí va…



Complejidades de un viejo oficio (I parte)

Por Ursula Ures

Sentarse a plantearlo cuenta ya con una primera resistencia. Es posible, pero más que eso, es necesario, repensar la profesionalización del periodismo, un viejo oficio (no tan viejo como otros, y mucho menos en el que estás pensando). Ahora, analizar este proceso supone una anterior definición de qué es el periodismo.¿Qué es? ¿Alguien puede dar una definición a ciencia cierta de qué es hoy el periodismo? ¿Qué refleja? ¿Qué (o a quiénes representa)? ¿Cómo opera? Esta bien, pensemos en sus orígenes, a ver si se nos ocurre algo. No, tampoco. ¿Nace en la tradición oral de los pueblos, cuando Moreno fundó la Gazeta o cuando algunos personajes con visión de negocio entendieron que la información valía (y mucho)? Bastante podemos deducir de su desarrollo, pero pocas son las conclusiones a las cuales llegar por estos días.

En la actualidad -y al menos en Argentina-, la actividad periodística ha crecido cuantitativamente, sobreviviendo las últimas crisis económicas del país. Pero, ¿A qué responde este fenómeno? ¿En qué medida inciden los trabajadores de este sector? Sea por informalidad, por costumbre o porque sí, el periodismo argentino no requiere mayores formaciones, y eso no está mal, al menos en una primera mirada. Después de todo, la Academia no puede determinar de manera taxativa quién es buen profesional o no. Gran parte va en la formación, pero otra va en la capacidad innata del que escribe, habla, etc… ¿O podríamos negar a Roberto Arlt y a Osvaldo Soriano como referentes del periodismo argentino por faltarles algunos diplomas? Yo no lo haría. ¿Vos sí?

Especialistas en las fronteras

En Facebook, esa red social y virtual tan de moda por estos últimos tiempos, encuentro gente que se pone a pensar sobre si el periodismo debe seguir siendo una carrera. “¿Será mejor convertirlo en una especialización?”, se preguntan. Alejandro Méndez M. (Colombia) cuenta que en su país “abundan los abogados, economistas, ingenieros, médicos... que trabajan como periodistas. En los medios especializados en negocios, sólo el 40% de quienes escriben son graduados como periodistas... En la radio, las estrellas vienen de otros áreas del conocimiento y en la televisión las modelos, reinas de belleza y tipos buena pinta llenan las pantallas de los telenoticieros importantes“. “Esto realmente está convirtiendo a los graduados de periodismo en cargaladrillos o asistentes relegados, aunque en las universidades se pague el precio de una carrera de primera. Redondo negocio. Por el bien de todos, ¿no sería mejor convertir el periodismo en una opción de post-grado?”, propone.

“Mientras siga siendo tratando como un oficio de rutinas y malas prácticas seguirá teniendo las puertas abiertas para todo el que quiera entrar en él”, sostiene Luis Carlos Díaz (Venezuela). "Además que las empresas de periodismo tampoco ayudan mucho ni protegen a sus trabajadores ni garantizan su formación intelectual o desarrollan índices de calidad informativa”, se queja. Este último comentario cobra mayor importancia si pensamos en el desafío que los periodistas enfrentan alrededor de la aplicación de un sinnúmero de nuevas tecnologías.

“Tenemos a la mano muchos recursos para que cualquier persona pueda reportar lo que quiera, donde quiera y cuando quiera. Debemos prepararnos para llenar esa nueva necesidad que le estamos generando a las personas. Ahora nuestra audiencia quiere verse y reconocerse”, opina Alejandro Lopera (Colombia). “Nuestro trabajo debería ser ofrecer más y mejores herramientas para que ellos lo hagan”, vaticina.

En la otra vereda está Ana Lamelas (España). Para ella, “el periodismo es un oficio, no una carrera". “¡Todavía no sé lo que estudian en esa carrera durante 5 años! Los buenos periodistas son los que vienen de otras licenciaturas”, sentencia.

Hace unas semanas, me encontré con el blog de Miguel Wiñazki en Clarín. En uno de sus tantos posts, retomaba las palabras de Ryszard Kapuscinsky. “En el fondo, mi más ardiente deseo, mi anhelo tentador y torturador que no me dejaba tranquilio, era de lo más modesto, pues lo único que me intrigaba era ese instante concreto, ese paso, ese acto básico que encierra la expresión cruzar la frontera…”, dice el periodista, con las palabras del escritor, mientras se pregunta si el periodismo no será ese camino constante hacia las fronteras. Claro, para caminar no se necesitan tantos avales, sino una buena resistencia física.

¿Para ser periodista serán necesarios los lauros académicos o sólo es suficiente con la capacidad particular de cada cual? ¿Será una metáfora del periodismo actual? ¿Esta es la situación real en Argentina? ¿Qué creés?