Como editor de El Cronista.Com (versión digital del centenario diario económico argentino), Leonardo Villafañe se ha especializado en el desarrollo, estudio y docencia del periodismo digital. Graduado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Córdoba, desde hace años participa en congresos y dicta cursos relacionados con la materia.
Sobre el desarrollo incipiente del periodismo digital, las particularidades de ejercerlo en un medio especializado en Economía, y la historia de El Cronista.Com de la última década, habló en la última charla en el marco de la Maestría en Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales.
Sobre el desarrollo incipiente del periodismo digital, las particularidades de ejercerlo en un medio especializado en Economía, y la historia de El Cronista.Com de la última década, habló en la última charla en el marco de la Maestría en Periodismo de la Facultad de Ciencias Sociales.
Pioneros en la web, pero con dificultades
A pesar de no ser un periódico de gran tirada, El Cronista fue el primero en tener una versión disponible en Internet, desarrollada entre los años 1994 y 1995. Así explica Villafañe sus características: “Básicamente era la clonación de la información que estaba en papel. Estaba subida a un sitio que era muy precario en materia de diseño y navegabilidad, pero tenia un aspecto distintivo y que lamentablemente fue destruido por alguien cuando El Cronista (cuyo dueño era Eurnekian) empiezan a digitalizar los archivos de Internet.”
Cuando en 2001 el grupo español Recoletos (dueño entre otros de los sitios web del periódico deportivo Marca, de Actualidad Económica y Diario Médico) compra El Cronista, no se incluyó en la operación la transferencia del sitio web. Entonces, “ellos abandonan el sitio –explica Villafañe–, porque quedaron con un contrato medio leonino, y ahí quedo el sitio como un lugar para subir la pagina de papel de diario. Hasta que comienza a destrabarse de la situación contractual y el sitio se relanza en diciembre de 2003. Se armó un equipo de seis personas para relanzarlo con actualizaciones, rediseño, todo aquello que se había acumulado en este acervo cultural de archivo y comienza la migración de archivos de un servidor a otros. Pero quedó una parte del archivo en un servidor y otra parte en otro, estaba virtualmente destruido, porque los motores de búsqueda no servían. Ahí lo di prácticamente por perdido, lo que era una pena.”
Para el año 2003, el sitio se relanzó y comenzó una etapa de actualización que llevó a El Cronista.Com a su forma actual, agregando noticias de último momento al diseño. Sin embargo, los problemas no se habían resuelto en su totalidad. “La empresa nos contó que tenia intenciones de crecer, pero esto no se cumplió porque los empresarios de Recoletos, desde que llegaron se querían ir”, comenta el actual editor.
Al año siguiente, la empresa española quita periodistas del medio digital, para llevarlos al papel, y finalmente en 2006 deciden vender. “El sitio quedó abandonado por falta de recursos, pero lo mantuvimos piloteando hasta que tuvo nuevo dueño”. Con la compra por parte de De Narváez, durante 2007 hubo un nuevo relanzamiento, con la principal innovación de pasar a tener contenidos disponibles para quienes no son suscriptores.
Apertura y nuevo enfoque
Así explica Villafañe este nuevo enfoque del medio. “En la anterior etapa había que estar suscripto para leer El Cronista en Internet, ahora hay servicio mixto. Ya la concepción era distinta, el desarrollo del sitio no estaba concebido como un valor propio, sino un «anabólico» mas. Nosotros la pensamos como una sección mas del diario”.
En esta nueva etapa, las capacidades periodísticas se diferencian de las tradicionales competencias necesarias para el trabajo impreso. “A los chicos de ahora se les pide mantener bastante conocimiento multimedial. Se les exige saber cortar audios y videos, y eso habla de la flexibilidad laboral, porque al hacer todo, la nota, titular, cortar audios, no sé si se hará bien todo.”
Sobre la nueva forma de trabajo en equipo, Villafañe comenta que “En Internet es fundamental la relación con la parte técnica. Cuando empecé a trabajar acá, la relación con el diseñador era complicada. Es toda una discusión, porque además tenés un programador. El lenguaje va cambiando, el lenguaje de Internet ya se codificó, así como hay lenguaje televisivo y radial.”
Para el año 2003, el sitio se relanzó y comenzó una etapa de actualización que llevó a El Cronista.Com a su forma actual, agregando noticias de último momento al diseño. Sin embargo, los problemas no se habían resuelto en su totalidad. “La empresa nos contó que tenia intenciones de crecer, pero esto no se cumplió porque los empresarios de Recoletos, desde que llegaron se querían ir”, comenta el actual editor.
Al año siguiente, la empresa española quita periodistas del medio digital, para llevarlos al papel, y finalmente en 2006 deciden vender. “El sitio quedó abandonado por falta de recursos, pero lo mantuvimos piloteando hasta que tuvo nuevo dueño”. Con la compra por parte de De Narváez, durante 2007 hubo un nuevo relanzamiento, con la principal innovación de pasar a tener contenidos disponibles para quienes no son suscriptores.
Apertura y nuevo enfoque
Así explica Villafañe este nuevo enfoque del medio. “En la anterior etapa había que estar suscripto para leer El Cronista en Internet, ahora hay servicio mixto. Ya la concepción era distinta, el desarrollo del sitio no estaba concebido como un valor propio, sino un «anabólico» mas. Nosotros la pensamos como una sección mas del diario”.
En esta nueva etapa, las capacidades periodísticas se diferencian de las tradicionales competencias necesarias para el trabajo impreso. “A los chicos de ahora se les pide mantener bastante conocimiento multimedial. Se les exige saber cortar audios y videos, y eso habla de la flexibilidad laboral, porque al hacer todo, la nota, titular, cortar audios, no sé si se hará bien todo.”
Sobre la nueva forma de trabajo en equipo, Villafañe comenta que “En Internet es fundamental la relación con la parte técnica. Cuando empecé a trabajar acá, la relación con el diseñador era complicada. Es toda una discusión, porque además tenés un programador. El lenguaje va cambiando, el lenguaje de Internet ya se codificó, así como hay lenguaje televisivo y radial.”
Adaptarse a estos cambios tecnológicos implica que el periodista no se ocupe solamente de escribir su nota. El manejo multimedial pasa a ser un requisito que no todos poseen, y que algunos aceptan “por cuestión de futuro laboral, porque entiende que es un cambio necesario, o por vanidad por estar con su video en la web”, resume el editor. Un cambio que afecta más a las antiguas generaciones: “Tenemos 5 jóvenes en la redacción que manejan muy bien los programas, no tienen ningún problema en hacerlo, es parte de su trabajo. En cambio si a un periodista de más de 30 años le decís eso, es más complejo”, concluye.
Futuro incierto
La precariedad en la que se desarrolla en la actualidad el periodismo digital, llevan a Villafañe a ser precavido en cuanto a perspectivas a futuro. “Aún no hay suficiente inversión en los medios on line para hacer un trabajo mas serio, se tiene mucho pasante que hace lo que puede”. Su balance final no suena demasiado alentador: “No hay un planteo serio aun sobre el trabajo periodístico en la web.”
Futuro incierto
La precariedad en la que se desarrolla en la actualidad el periodismo digital, llevan a Villafañe a ser precavido en cuanto a perspectivas a futuro. “Aún no hay suficiente inversión en los medios on line para hacer un trabajo mas serio, se tiene mucho pasante que hace lo que puede”. Su balance final no suena demasiado alentador: “No hay un planteo serio aun sobre el trabajo periodístico en la web.”
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