“La lógica de los periodistas gráficos es que nos gusta más escribir que hablar”. A partir de esta verdad casi básica para los profesionales ligados a los medios de comunicación, el editor de la Revista Viva, Daniel Dos Santos, participó de la tercera reunión realizada por el Seminario de Experiencias Productivas-Profesionales, en el marco de la Especialización y Gestión de la Actividad Periodística de la Universidad de Buenos Aires.
“Yo enseguida me puse a escribir”, comentó Dos Santos, al recordar la invitación a reflexionar junto a los alumnos del posgrado sobre el mercado argentino de revistas. “¿Qué es una revista?”, se preguntó el periodista. “En la práctica diaria, es una ecuación económica: tiene tantas páginas de publicidad, y ésas van a ser las que sustentan las páginas de texto”, apuntó. “Es un poco antipático pero es así. En general oscila en el 50-50. La publicidad está condicionando el número de páginas de la revista”, agregó.
Para el editor, el principal motivo reside en que “las páginas de publicidad aseguran a las empresas la ganancia, nada más ni nada menos, porque con el precio de tapa apenas se cubren los costos, ya que en la distribución se queda mucho de ese dinero”.
“Las páginas de publicidad aseguran la ganancia de la empresa. ¿Y las de texto que aseguran? Yo creo que son un intento por atraer al lector, muchas veces no correspondido. Y en realidad me parece que es el desafío de las revistas y del periodismo, a una fidelidad que tendría que tener con la revista”, se preguntó Dos Santos.
“He visto muchísimas notas que no salen, nunca una publicidad que no saliera. Primero se pauta la publicidad, y no estoy hablando mal de eso, pero es así… Después podemos hablar de juicios de valor, pero eso es una realidad. Quedan afuera las notas, pero la publicidad entra. Si tenés que cortar la nota porque entró otra publicidad también lo vas a hacer”, aclaró el editor de Viva.
Espacio en disputa
Aun si se considera la relevancia de los ingresos en concepto de Publicidad en cuanto al financiamiento y desarrollo del proyecto, la prioridad entre los avisos publicitarios y el material editorial es un punto de peso en la definición de los espacios de diagramación. “En general, hay temas que son una muletilla, que se repiten todos los años: vinos, decoración. La publicidad se suma. No hay un contrato entre publicidad y redacción, porque no quedan publicidades afuera. Te llaman y te piden ‘necesito que la tapa sea así’, o tenés una tapa muy bonita y te ponen una solapa con una publicidad. Económicamente conviene”, sostuvo Daniel Dos Santos. “Pero no hay publinotas. Te peleás con Publicidad, pero siempre perdés, obviamente”, sentenció.
Sobre este tema, el periodista sentó una posición que, de alguna manera, aparece como políticamente incorrecta en comparación a la de la mayoría de sus colegas. “No hay que ser tan purista en ese asunto”, apuntó Dos Santos. “Escribís sobre vinos y tenés que nombrar alguna bodega, escribís sobre autos y ponés la marca del auto. No hay forma. Además es así como se mueve la sociedad: no hay forma de escapar”, aseveró.
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“Yo enseguida me puse a escribir”, comentó Dos Santos, al recordar la invitación a reflexionar junto a los alumnos del posgrado sobre el mercado argentino de revistas. “¿Qué es una revista?”, se preguntó el periodista. “En la práctica diaria, es una ecuación económica: tiene tantas páginas de publicidad, y ésas van a ser las que sustentan las páginas de texto”, apuntó. “Es un poco antipático pero es así. En general oscila en el 50-50. La publicidad está condicionando el número de páginas de la revista”, agregó.
Para el editor, el principal motivo reside en que “las páginas de publicidad aseguran a las empresas la ganancia, nada más ni nada menos, porque con el precio de tapa apenas se cubren los costos, ya que en la distribución se queda mucho de ese dinero”.
“Las páginas de publicidad aseguran la ganancia de la empresa. ¿Y las de texto que aseguran? Yo creo que son un intento por atraer al lector, muchas veces no correspondido. Y en realidad me parece que es el desafío de las revistas y del periodismo, a una fidelidad que tendría que tener con la revista”, se preguntó Dos Santos.
“He visto muchísimas notas que no salen, nunca una publicidad que no saliera. Primero se pauta la publicidad, y no estoy hablando mal de eso, pero es así… Después podemos hablar de juicios de valor, pero eso es una realidad. Quedan afuera las notas, pero la publicidad entra. Si tenés que cortar la nota porque entró otra publicidad también lo vas a hacer”, aclaró el editor de Viva.
Espacio en disputa
Aun si se considera la relevancia de los ingresos en concepto de Publicidad en cuanto al financiamiento y desarrollo del proyecto, la prioridad entre los avisos publicitarios y el material editorial es un punto de peso en la definición de los espacios de diagramación. “En general, hay temas que son una muletilla, que se repiten todos los años: vinos, decoración. La publicidad se suma. No hay un contrato entre publicidad y redacción, porque no quedan publicidades afuera. Te llaman y te piden ‘necesito que la tapa sea así’, o tenés una tapa muy bonita y te ponen una solapa con una publicidad. Económicamente conviene”, sostuvo Daniel Dos Santos. “Pero no hay publinotas. Te peleás con Publicidad, pero siempre perdés, obviamente”, sentenció.
Sobre este tema, el periodista sentó una posición que, de alguna manera, aparece como políticamente incorrecta en comparación a la de la mayoría de sus colegas. “No hay que ser tan purista en ese asunto”, apuntó Dos Santos. “Escribís sobre vinos y tenés que nombrar alguna bodega, escribís sobre autos y ponés la marca del auto. No hay forma. Además es así como se mueve la sociedad: no hay forma de escapar”, aseveró.
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